La piel constituye nuestra primera línea de contacto con el exterior. Concretamente la piel facial es más susceptible de sufrir los efectos del tiempo, lo que provoca la pérdida de elasticidad, tono, tersura y firmeza de las estructuras en general conforme avanzan los años.
Este deterioro se traduce en la aparición de líneas de expresión que, con el uso y desgaste, darán lugar a las arrugas que surgen en distintas zonas como las periorbitarias (alrededor de los ojos), las peribucales (alrededor de la boca), en el entrecejo, en las comisuras labiales o en el “rictus” o surco nasogeniano. La edad pone también de manifiesto otros problemas que afectan a la armonía estética de la cara como la pérdida de volumen, propia del envejecimiento, en labios, pómulos, etc.
En la actualidad existen diferentes métodos que ayudan a solucionar cada uno de estos problemas. Se han desarrollado las infiltraciones (inyecciones con aguja finísima) de fluidos a poca profundidad cutánea y los implantes de relleno (mediante microincisión oculta) de sustancias reabsorbibles. Ambas técnicas tienen como objetivo eliminar arrugas y disimular cicatrices, redondear pómulos, mejillas o mentón. Sin embargo uno de los usos más populares en los últimos años es la aportación de volumen a los labios.
El Acido Hialurónico es el producto estrella para el rejuvenecimiento facial; se utiliza como relleno dérmico por su capacidad para retener líquido y atraer agua, además de estimular la producción de colágeno.
Dependiendo de la profundidad de la arruga, se puede recurrir a diferentes grosores de aguja y de formulación, permitiendo así adaptar el producto a las necesidades del paciente.
Actualmente contamos con una alternativa no quirúrgica basada en la recuperación de los componentes que la piel pierde con los años. Mediante la infiltración de sustancias de relleno como el ácido hialurónico, podemos disimular el envejecimiento cutáneo y de labios consiguiendo, de una manera sencilla, un espléndido aspecto gracias a la corrección de pequeños defectos.
Los materiales utilizados son totalmente compatibles con el organismo, química y físicamente estables (no se alteran con el paso del tiempo) e imperceptibles al tacto, características que permiten conseguir un resultado natural y permanente.
La técnica de relleno mediante Acido Hialurónico es una técnica recomendada para aquellas personas que desean mejorar el grosor y la proyección labial, mejorar la definición del arco de Cupido, elevar las comisuras excesivamente caídas, corregir las arrugas en la zona superior del labio, corregir las arrugas del entrecejo, disminuir el rictus facial, sin modificar la expresión, mejorando el estado y la calidad de la piel en general. El tiempo de duración de este relleno oscila entre los 10-12 meses, dependerá de la respuesta individual, las características genéticas y la actividad física o no, la calidad de hidratación, el tipo de alimentación.
En otras palabras depende del paciente si perpetúa o no su inversión.
Otro tipo de Relleno utilizado es la Grasa Autóloga, es decir la grasa extraída del propio cuerpo, principalmente donde hay exceso de la misma. Este procedimiento es con anestesia local, en un medio físico que garantice la seguridad del paciente.
Se extrae a través de liposucción, la grasa se infiltra con agujas especializadas principalmente a áreas de los surcos alrededor de la boca, secuelas de cicatrices anteriores, el entrecejo entre otros. Es muy importante que la aplicación de este tipo de material debe ser siempre con sobrecorrección lipoinyectar un 30% adicional de lo que está previsto, ya que la grasa, aun siendo del mismo cuerpo, pero de diferente lugar anatómico, es degradada paulatinamente hasta en un 30-35% en un período de 6 meses. Los resultados duran un promedio de 12-18 meses.