AFTER SUMMER

Te merecías estas vacaciones. Sin lugar a dudas, eran tu momento perfecto: sol, playa, fiesta, relajación, after party… y todo comenzó en el escape oportuno, donde el tiempo se detuvo, refugiando tu energía en este verano cálido y sin límites.
Pero después… ¿llega la calma? Se acabó el verano, ¿pero llegó la calma?
Te detuviste por un instante, y tu mejor aliada, tu piel, se convirtió en lo que nadie desea tener. Los excesos del verano terminan pasándote la factura… ¡y vaya factura!
Después de tu merecido verano, a tu piel le llegó el momento de descansar y renovarse, de hidratarse, de sentirse como lo fue antes de esas merecidas vacaciones.

Te comparto los cinco daños más comunes en la piel después del verano:

  1. Arrugas o pliegues cutáneos por el fotoenvejecimiento: arrugas más profundas y otras que aparecieron de la nada.
  2. Deshidratación cutánea marcada: acumulación de células dañadas o envejecidas que dejan la piel áspera y dura.
  3. Daño solar en las diferentes capas de tu piel, sobre todo en las que no protegiste.
  4. Manchas solares más evidentes, un claro síntoma de envejecimiento cutáneo.
  5. Ausencia de luminosidad.

¡Llegó la hora de rejuvenecer lo que dañamos!

Y, ¿cómo empezar a cuidarnos después del verano?

Una de las opciones médicamente recomendadas es comenzar con tratamientos dermoestéticos, con especialistas, no invasivos, que paso a paso estimulen la regeneración celular.

Para contrarrestar esos efectos negativos, te comparto seis alternativas médicas según la intensidad y consecuencias del daño a tu piel:

Algunos cuidados diarios post-verano:

  1. Limpiezas faciales médicas especializadas (ozonoterapia/alta frecuencia).
  2. Mascarillas médicas hidratantes y desintoxicantes.
  3. Peelings faciales revitalizantes.
  4. Dermapen de 4ta generación.
  5. Rehidratación con ácido hialurónico.
  6. Aplicación de toxina botulínica para las líneas de expresión.

Todo este protocolo facial es absolutamente necesario para tu piel, que después de un verano intenso necesita renovarse.

Debes preparar tu piel exfoliándola suavemente, con control y generosidad. Será el momento apropiado para iniciar un protocolo facial reparador.

Dependiendo del daño causado, así será el tratamiento de elección por parte de tu médico especialista.

Además de los tratamientos mencionados, es cierto: el verano se fue, pero con él también se fueron las excusas para no lucir una piel renovada.

  1. Lavar el rostro en la mañana y en la noche.
  2. Exfoliar tu piel con indicación médica: estimulará la circulación y eliminará las células muertas o envejecidas.
  3. Hidratación interna y externa: ingiere suficiente agua y utiliza cremas hidratantes médicas adecuadas para tu tipo de piel.
  4. Protección solar, incluso después del verano, para evitar prolongar el daño solar adquirido y prevenir lesiones futuras como el cáncer de piel.
  5. Nutrición: una dieta rica en antioxidantes y suplementos médicos ayudará a reparar y proteger tu piel desde el interior.

Es un buen momento para aprovechar tu visita a nuestro SPA Médico Especializado. Retoma tu higiene facial: es el primer paso.

Siempre será clave que, al momento de decidir, consultes con un médico especialista que pueda proponerte opciones en función del estado de tu piel.